Qué cansada estoy. Recién llegué del colegio, hoy empezábamos.
Me aburrí totalmente. Vuelta a la misma rutina de siempre.
Quiero vacaciones de vuelta.
Quiero que todo esté bien.
Mi cuerpo, mi mente, mi corazón, todo.
¿Se acuerdan que les dije que lo había olvidado?
Bueno, el sábado lo vi. Es decir, hace dos días.
Yo había salido al boliche y el estaba, como siempre.
Me miró a los ojos, con odio, asco, bronca.
Imagínense lo que sentí yo.
Se me paró el mundo en esos dos segundos.
Yo seguí con mis amigas, y me dí vuelta para ver que hacía, y volteó para verme (supongo).
Porque me miró otra vez, y volví a darme vuelta.
Toda la noche me la pasé pensando en eso. ¿Cómo puede ser así?
Siempre me dijo que me amaba, que fui una de las únicas que el quiso así.
¿Seguro? Por supuesto que no.
No me sorprendió enterarme de que de la única que se enamoró, fue de su anterior ex.
Otra vez, mi corazón hecho pedazos.
Yo fui la única que se preocupó siempre por él, por cómo estaba, por saber en quién pensaba, con quién pasaba el día.
Yo lo escuché cuando tenía problemas con su familia, sus amigos, con él mismo.
Yo fui la que aguantó una y mil veces sus celos y sus enojos sin motivos.
Yo fui la que siempe iba a buscarlo a todos lados.
Yo fui la que le entregué mi alma como no lo hizo nadie ni lo va a hacer nunca.
Yo fui la que lloraba por él cuando teníamos alguna pelea, cuando no lo tenía conmigo, cuando me dejó, cuando estuvo con otra al mismo tiempo que conmigo.
Yo fui la que lo amé.
Y amo todavía.
Sé que es una basura, sé que no me quiere, pero aunque él no lo diga, sé que en algún momento, más allá de todos, más allá de los rumores, él me amó aunque sea menos de un cuarto de lo que lo amo yo en este instante.
Porque cada vez se hace más fuerte y más difícil de llevar.
Volvamos a lo que escribí en el título:
Mi reemplazo.
Sí, pero no es exactamente como piensan.
En realidad no la odio, no le tengo celos ni envidia de que esté con el amor de mi vida, de que él la ame. Nada de eso.
No la aborrezco por una sola razón: ella no existe.
Sí, no existe.
Ella, se llama Mercedes. Es hermosa, inteligente y divertida.
Y se podría decir, que tiene la personalidad idéntica a mi.
Ella, la que lo desvela, la que lo vuelve loco, ella, soy yo.
Él no la conoce, sólo por msn. Y puedo jurar que vive hablando de ella.
Que Mercedes esto, que Mercedes lo otro.
Pero mientras más se acerca a Mercedes, más se aleja de mí.
Eso si alguna vez estuvo cerca.
Voy a tratar de pensar en otra cosa.
Hoy es el cumpleaños de una de mis mejores amigas y me invitó a su casa.
Seguro va a haber torta y demás cosas.
Voy a hacer el esfuerzo de no tentarme y comer lo menos posible.
Eso es lo que odio de los cumpleaños: no poder resistirme a todas esas cosas.
Dejo de aburrirlas y voy a pasarme por sus blogs ♥
Gracias por sus comentarios de siempre.
Las adoro eternamente.
lunes, 3 de agosto de 2009
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Ay Dios, qè tendràn estos hombres qe insisten en hacernos sufrir tanto..
ResponderBorrarDespeja tu mente mi niña, nada bueno sacas autodestruyendote pensando cosas feas.
Los cumpleaños no son necesariamente sinónimos de comida, aprovecha de mimar a tus amigas & reirte cn ellas.
Ya verás como tú puedes hacer qe todo vaya mejorr!
Uf, ojalà no me llamen de la terapia!
Besoos hermosita, y mucha fuerzaa! ♥
qe lindo tu blog, muy preciso :) te sigo obvio y ojala todo siga bien hoi, ando bajoneada y :( bueno, besos
ResponderBorrarSiempre, siempre, pero siempre en una relación una de las dos personas dará más amor, dedicación y tiempo que el otro. Ojala puedas olvidarlo, y superar esa etapa.
ResponderBorrarAnimo :)
Bueno, noe ntiendo porque el te mria enfadado si eres tu la que le deberías de haber estrellado una silla contra su cabeza segun todo lo uqe has tenido que aguantar...mira, hay muchoos hombres y tienes mucho tiempo para conocerlos (no a todos) pero si a algunos, y ya verás como entre ellos encuentras a alguien mejor que él.
ResponderBorrarUn beso y espero que te haya ido bien con el cumpleaños :/
:)